En Tokio, Japón, celebran un concurso de llanto de bebé en el templo Sensoji de Asakusa. Las bases de éste son sencillas.
Consiste en hacer llorar a tu hijo lo más fuerte que puedas.
En la imagen se puede ver a uno de los participantes, un luchador aficionado al sumo intentando hacer que un niño llore gritando. Y si revienta, mejor.
Qué triste.
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