Buscan a un cura que se ató a mil globos para volar
Las autoridades brasileñas han movilizado a su Fuerza Aérea, a la Armada y a María Santísima para localizar al sacerdote Adelir de Carli, que este pasado domingo tuvo la brillante idea de atarse a un millar de globos de helio para ir volando desde el puerto de Paranaguá, en el sureño estado de Paraná, a las ciudades de Cascavel o Maringá, en el mismo estado. Sin embargo, las malas condiciones climatológicas desviaron su trayectoria para el litoral del vecino estado de Santa Catarina y se adentró en alta mar al verse arrastrado por el fuerte viento. Y ahora, ¿aonde andará?
¿Y todo esto quién lo paga? (Anda que está Brasil para muchos dispendios.)
El religioso, que pretendía imponer un récord de veinte horas de vuelo sostenido por globos, logró pedir ayuda por teléfono en la última comunicación con las autoridades portuarias de Santa Catarina. "¡Qué alguien me baje de aquí, por dios!". (Ahora que el Todopoderoso lo tiene a mano no estaría de más que le metiera un buen rapapolvo a ver si le centraba un poco la cabeza al párroco y le hace pisar con los pies en el suelo de una vez.)
Y es que el 13 de enero, el sacerdote ya recorrió 110 kilómetros con el mismo medio de transporte, durante cuatro horas, entre Paraná y la vecina ciudad argentina de San Antonio. Pero parece que no tuvo bastante. Esperemos que lo encuentren y se deje ya de payasadas aéreas.
(Si algún brasileño lo ve pasar por encima de su casa que saque la escopeta y apunte bien...
Si es un pesquero el que lo localiza: ídem con el arpón... ¡A los globos!
Y así...
A ver si entre todos bajamos al cura de su nube.)
Si es un pesquero el que lo localiza: ídem con el arpón... ¡A los globos!
Y así...
A ver si entre todos bajamos al cura de su nube.)
1 comentarios:
Pues sí, al final se confirmó la noticia y hallaron al pobre cura muerto en pleno océano. Por favor, no me hagáis tonterías de este tipo. Hay cosas mejores a las que dedicar el tiempo: niños a los que cuidar, gente pobre que necesitan de nuestra ayuda, guerras por todas partes del planeta, hambre por doquier, dictaduras,... En fin, tareas mucho más productivas a las que enfocar nuestras energías. Ya no hay solución para el pobre eclesiástico. Esperemos descanse en paz ahora en su cielo anhelado sin globos de por medio.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio