El amante de los animales

El juzgado de Antwerp (Bélgica) no se ha inmutado por los relatos del acusado, quien ha reconocido que abusó de varios animales durante dos años. Tampoco se ha sorprendido al descubrir que trabaja como voluntario en un santuario de animales y le resta importancia a las miles de fotografías que ha publicado en internet, haciendo gala de su zoofilia.

En consecuencia, los magistrados argumentan que el "amante de los animales" no puede ser procesado por sus actos, pues no están penados por la legislación belga. Un representante de la organización protectora de la fauna "Gaia" destaca que "el veredicto le otorga una victoria a la gente que abusa de los animales". No obstante, el abusador ha sido obligado a pagar 500 euros por algo que sí ha violado: la ley de decencia pública.