Enseñando a hacerse pajas

A la España de Zapatero parece ser que le sobra el dinero en tiempos de crisis (aunque -sin manipular los datos- esté por encima ya de cuatro millones de parados y subiendo a marchas forzadas liderando el desastre con notable y eficiente ventaja en toda Europa), por lo que ahora el gobierno socialista de la Comunidad Autónoma de Extremadura (la región que tiene el mayor índice de parados de todo el país -igual lo hacen por esto, para que no se aburran ni se intranquilicen las masas-) ha decidido gastarse 14.000 euros en financiar una campaña llamada ‘El placer está en tus manos’, para enseñar a sus jóvenes generaciones -y a todo aquel que quiera sumarse a la fiesta- cómo hacerse pajas. (Pero pajas pajas, de las buenas. No pajillas de esas incoloras, inoloras e insípidas, pajas como el agua, intrascendentes. No no, pajas de colores. Soberbias. Altivas. Majestuosas. Pajas arrogantes, envanecidas, deseosas de ser admiradas por el alto concepto de los propios méritos.)

La campaña consiste en enseñar a los jóvenes extremeños literalmente a “pelársela” y “fomentar la autoexploración sexual y el autodescubrimiento del placer”. También animan a explorar “el placer, el autoerotismo, las caricias, masturbación y la juguetería erótica”. En fin, lo más adecuado para que la mente se desarrolle y los jóvenes patrios lideren un futuro mejor: ¡explorad, muchachos! que con esto, la play(Station), el canuto y el botellón tienes el futuro asegurado, jovenzuelo.

Es posible que dentro del inmenso contingente de desempleados de esta comunidad autónoma (alrededor del 20%), incluidos los 18.233 menores de 25 años, haya todavía alguno más preocupado o preocupada por su desesperada situación laboral y su futuro muy pero que muy incierto que por aprender en su supina idiotez a hacerse manualidades perfectas con la polla o su vulva pero la directora general de esta patochada tan cara afirma que: “no es anormal. Cada año se desarrolla un proyecto y este año hemos optado por fomentar los hábitos saludables en los adolescentes”. Pues nada, hija, a hacerse pajas, que lo que no mata, engorda.