jueves, junio 28, 2007
miércoles, junio 27, 2007
Una artrosis de mandíbula se carga al recordman mundial en comer perritos calientes
martes, junio 26, 2007
El tontito de la bandera
sábado, junio 23, 2007
Un niño de tres años, líder de la insurgencia
viernes, junio 22, 2007
El Hombre Lagarto vs El Hombre Gato
miércoles, junio 20, 2007
I can't help the way I feel
sábado, junio 16, 2007
Emborracharse con productos de limpieza, aftershave y colonia
viernes, junio 15, 2007
Cosas que pasan cuando nuestro arte es una mierda
"Me siento consternada, herida, porque se trata de un acto de violencia. Es un gran menosprecio hacia mi persona y como artista", dice.
Ya te digo. Te han dicho a la cara que tu obra es una puta basura. Ahí te doy la razón. Y es que esto es lo que suele ocurrir cuando nuestro arte es una mierda. O al menos, lo parece. Que no se aprecia.
"Algunas veces hacían desaparecer las cruces el mismo día, otras veces después de un año, otras nunca. Pero lo de Kassel ha sido especialmente violento", constata Rosenfeld. Ha sido la primera vez que he visto cómo desaparecían las cruces delante de mis propios ojos. "Las fueron quitando incluso con palas, raspando, y arrojando los restos a la basura", describe la artista. (Joder, ni que fuera Auswitzch.) "Duele, la verdad es que duele mucho", agrega.
Más duele un martillazo en el dedo gordo del pie, Lotty. A lo mejor más le dolía a los basureros contemplar tamaña porquería. Agacharse a frotar, torcer el espinazo, por una mísera paga. Bueno, no, que en Alemania deben pagar bien. Pero en otros países no. Eso sí que es doloroso. Además, que mayor arte que limpiar una calle y que reluzca como los chorros del oro. Ya hay bastantes cruces en el cementerio. Y de mármol, además. En definitiva, que o mejoramos el ingenio artístico o pasa lo que pasa, que la gente no valora la vulgaridad. O quizá, demasiado.
jueves, junio 14, 2007
Ganándose el cielo
miércoles, junio 13, 2007
Un ejército de mariquitas
viernes, junio 08, 2007
Estado Rosa
martes, junio 05, 2007
Tocando los cojones
mientras mantiene la formación junto a la policía en Lichtenhagen, un suburbio de Rostock, al norte de Alemania, y les toca así un poco los huevos a la gendarmería del lugar que bendita la gracia que les debe hacer tener que aguantar al tontaina de turno.
Aquí a la izquierda, activistas antiglobalización de Intermón Oxfam convirtiendo a los líderes del G8 que se reúnen en Heiligendamm en 'pinochos'. Su gran mentira se lee en una pancarta que no se ve en la imagen, pero que reza: "Acabar con la pobreza es mi prioridad". (Bueno, al menos éstos han decidido hacer el chorras y no quemar y destrozar el mobiliario urbano. Quizá a alguno se le ha escapado algún pedillo al levantar la pata pero les honra ese lado payaso tan humano. -Nunca creí que diría algo así: "honra... ser chorras"-.)
Y aquí a la derecha otros activistas anti-globalización protestando contra la política de inmigración de los países del G8 que como siempre reúne a los líderes de Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia y Estados Unidos.